A muchos papás se nos hace difícil enfrentar dos largas semanas con nuestros niños sin jardín o colegio, por eso les damos algunas ideas que pueden ayudarles a generar espacios entretenidos y recuerdos inolvidables:
Caminar por el barrio: hacer que los niños nos acompañen en la vida diaria y quehaceres domésticos puede ser un panorama en sí mismo: ir a comprar observando los edificios, estableciendo diferencias y con “misiones especiales” (¿“cuantas ventanas tiene? quién encuentra un gato café primero? dónde veo una cosa azul?” por ejemplo). También es una buena oportunidad para que observen y compartan con diferentes personas de nuestra comunidad: el vendedor de diario, el pescadero o el cuidado de autos, saludar, conversar con ellos es una experiencia muy enriquecedora para los niños. ¡Además, podrán tener una excelente oportunidad de trabajar su autonomía y matemáticas si es que pueden pedir y pagar sus propias compras!
Cocinar: No es necesario hacer cosas muy sofisticadas o calóricas, basta con dejar que ellos nos ayuden a preparar las ensaladas (picar lechuga con un cuchillo plástico), partir el pan, pelar huevos duros, revolver, hacer masas, etc. son tareas que ellos pueden hacer sin problemas y estarán colaborando con la familia y trabajando en equipo.
Ver videos o fotos familiares: armar un panorama viendo imágenes de momentos y personas importantes en la historia de cada familia es realmente una experiencia muy entretenida y positiva para los niños. Existe una conexión emocional fundamental con lo que están viendo. Los niños pueden apreciar el paso de los años, compartir recuerdos, conversar sobre lo que ven. Es una oportunidad maravillosa para afianzar vínculos, desarrollar lenguaje y recordar buenos momentos.
Hacer manualidades: expresarse a través del arte relaja, ayuda a la concentración, mejora la motricidad fina, la generación de hipótesis y la autoestima (incomparable la satisfacción de ver lo que YO hice con mis propias manos) y nada mejor que hacerlo junto a quien queremos. Darle la oportunidad al niño de aportar con su trabajo a la decoración de la casa o hacer un objeto funcional para la familia puede hacer de este momento una experiencia única. Si esa actividad la desarrollamos junto a las personas que nos importan y aportan es una experiencia vital.
Aprovechar los cuentos e historias: leer y escuchar cuentos genera momentos de vínculo emocional importantes, pero junto con esto podemos crear nuestras propias historias, los niños dibujan y nosotros escribimos lo que nos dictan, se pueden fabricar sus propias “bibliotecas” explorando materiales, dibujando, imaginando y ordenando la historia que ellos imaginan o recuerdan.
Disfrazarse, emparejar los calcetines, hacer listas de compras, hacer “picnic y campamentos” dentro de la casa, son sólo algunas otras ideas para enfrentar con bajo presupuesto estas vacaciones que ya vienen y que tan bien hacen para recuperar energía y eliminar los “bichos y enfermedades”.
Marcela Valdivia Carretero
Educadora Párvulos PUC
Magister en Educación
Investigadora área Familia y Relaciones Humanas
Ex profesora Facultad educación PUC
Directora Jardín Infantil Andalué
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