Las pantallas para después

Las pantallas para después

Tal como ya está circulando la noticia en las redes sociales, se ha descubierto que Youtube kids (y quien sabe cuántas más) están "intervenidas" con mensajes altamente peligrosos para los niños. Sabemos que muchas veces el celular es un recurso que ayuda a calmar a los niños pero nuestro consejo es NO usarlo, por diversos estudios que avalan lo peligroso a nivel cognitivo, comunicacional y , ahora, socioemocional de los niños. Es mejor asumir una cara larga, una pataleta y buscar otras alternativas que usar este recurso...tal vez esto sea una buena oportunidad para cuestionarnos qué hacemos como adulto/padres por nuestros hijos y el tiempo que ellos pasan frente a pantallas, no hay que olvidar que somos nosotros quienes tomamos las decisiones sobre las reglas en nuestras casas.

 La idea no es demonizar la tecnología sino aplazar el momento en que los niños se acercan a ella y hacerlo, siempre, en presencia y compañía de adultos y, si ya están acompañados, no necesitarán entretenerse con el celular. La pregunta de ¿los niños de hace 25 años no comían? responde a los comentarios del tipo: "mi hijo no come si no es viendo Pepa Pig (o cualquiera)…”.  

Las pantallas le dan al espectador todo procesado, sólo escuchar y ver, no hay procesos cognitivos, no hay desafíos que solucionar, ni desarrollo del lenguaje expresivo, no hay reflexión...eso coarta el desarrollo de los niños.

¿Entonces que hago?

Hay muchísimas cosas que se pueden hacer con los niños para entretenernos en días fríos, de lluvia, vacaciones, enfermedades: compartir momentos, la rutina de una casa, las exigencias del día a día (ordenar ropa, cocinar, guardar, doblar, barrer) todos pueden ser instancias positivas, conversar, imaginar, cantar, reír en familia.  Hay muchas oportunidades para fortalecer el vínculo, desarrollar lenguaje, aprender, “estudiar” (¿Han pensado que cocinar galletas con letras puede ser una forma muy entretenida y significativa de formar palabras, leer y escribir mensajes, segmentar silábicamente, etc?, ¡en el mercado venden lindos moldes!).

Por último, si no tenemos tiempo porque hay demasiadas tareas que hacer en la casa y no podemos estar con ellos todo el tiempo, siempre está la alternativa de darle misiones (agrupar los juguetes, emparejar calcetines, lavar ropa a mano, sacudir muebles con un paño adecuado) , entregarle libros con imágenes, algo para revolver, que usen sus juguetes (¿por qué las piezas de los niños están llenas de cosas que no usan?), escuchar música y dibujar (lápices de cera o tizas en papel de diario, restos de cajas, envases de cartón, pegar papeles y hacer un collage, buscar cosas en revistas y recortar, etc. infinitas cosas que se pueden hacer sin mirar una pantalla).

El tema está en la decisión y convicción con que los adultos enfrentamos los desafíos, si tenemos la certeza de que no está bien para nuestros niños, ¡hagamos algo! Se lo dejamos como reflexión porque somos una comunidad que debe estar atenta y proteger a todos los niños.

Marcela Valdivia Carretero

Educadora Párvulos PUC

Magister en Educación

Investigadora área Familia y Relaciones Humanas

Ex profesora Facultad educación PUC

Directora Jardín Infantil Andalué


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